martes, 24 de junio de 2014

¿Y QUÉ HACEMOS CON LA VIDA?



De entre un magma de luz surgimos.
Como frágiles criaturas, existimos en este mundo
Sin pelo en todo el cuerpo como otros animales,
Sin largas y afiladas garras o dientes.
Así surgimos de este magma de esplendor.
El alma humana.
Esa frágil criatura que nació de lo divino,
De lo eterno, de lo frágil.
Y crecimos sonriendo y llorando del vientre materno,
Abrimos nuestros ojos y contemplamos la vida borrosamente,
¿Qué es esto? ¿Soy yo?
Dos extremidades que se aproximan a nosotros
Y no sabemos ¿Qué es, eso que brilla a delante de nosotros?
¿Qué es eso? ¿Soy yo?
El yo permanente y angustiante,
Que cargaremos en nuestro lomo durante toda nuestra vida.
¿Qué es la vida?
La vida es un cumulo de experiencias no vividas,
Los amores que no pudimos amar, hasta que los perdimos,
El silencio que necesitamos en medio del aturdidor mundo.
El mar,
La luna,
El aire,
Los cometas que vuelan en un parque desierto,
La nostalgia y la sabiduría mezcladas en un solo acorde.
¿Qué es eso? ¿Soy yo?
Ese yo permanente y psicoanalítico,
Tan frágil como nuestra misma mente,
Tan frágil como nuestro mismo cuerpo,
Tan frágil como nuestra misma alma.
Un ser inacabado e imperfecto
Eso es lo que soy yo.
Un cumulo de la nada vuelta divinidad,
La misericordia vuelta esperanza,
La briza convertida en ventisca de un mar
Callado y a pasible.

¿Qué soy yo? ¿Qué es esto?
Esto es el mundo que te rodea,
Ese que te dio vida y sustento donde pisar,
De donde asirte y del cual no puedes salir
Aun que quieras.
Este es tu mundo, nuestro mundo, el mundo,
Palabras casi iguales, aun que siempre
Expresen cosas distintas, como tu yo,
Que nunca sabes ¿Qué es exactamente?
Tu yo no es uno, sino múltiple,
Todos tienen un yo distinto del que tú eres yo,
El yo de tu padre que quiere que seas doctor,
El yo de tu madre que quiere que te cases y tengas hijos,
El yo de tu esposo que quiere que seas tú,
El yo de tus hijos, que quieres que seas de ellos
Solamente.
¿Qué eres tú?
Tú no eres yo. Tú eres otra cosa distinta a mí,
Tú eres Dios y no puedo alcanzarte
Por más que estire mis brazos y me arranque los dedos.
Por más que quiera volver a ti no puedo,
No puedo desprenderme de este mundo
Que me ata,
Que me arrastra,
Que me compra,
Que me vende
Lo cierto es que el placer que tú me das no se compara
Al placer que ahora siento,
Crezco y ya no soy ese ser divino que surgió
De aquel magma que me engendro.
Y te busco en medio de la complejidad y el silencio de la ciudad,
Pero solo consigo regresar a ti en instantes,
Fragmentados,
Cortados,
Mordidos,

Rotos.

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