martes, 24 de junio de 2014

DOMINE HOMINE.


Sentada en algún café cualquiera,
Veo las sombras de miles de personas que pasan,
¿Quiénes son? Me pregunto ¿Adonde van esos que no son?
¿Qué nunca han de ser? Porque sus ojos son sombras diluidas
En un mar confuso de compras y consumo,
Porque sus lenguas no paran de hablar y decir sandeces.

¿Quiénes son estos que no son? Son sombras
De una máscara de espejos rotos. Son descendientes
Del devenir sin un carpendiem.

¿Qué son estos que nunca han de ser? Son lo sombra de un Adán
Expulsado del paraíso terrenal, son almas negras
Son almas pintas, son almas rojas, blancas y morenas.
Son los seres que se perdieron aquí en la materia,
En esta materia que se va adhiriendo al alma y al cuerpo
Hasta convertirse en roca solida e indestructible.

Fuertes corazas, que secan el manantial de vida que estas sombras
Tienen en sus adentros. ¿Quiénes son estos que no son?
Son seres que pudieron ser, pero no quisieron,
Pues prefirieron el camino fácil del pasado,
Del ayer, del hoy, del aquí, del ahora,
De la nada.
¿Quiénes son estos que no quisieron ser?
Son las sombras de las culpas y los desdenes.
Porque ellos prefirieron culpando a los demás
De su miseria y  no son porque la culpa es más fácil
Que actuar. Y por eso vagan, porque perdieron mucho tiempo
Y no saben cómo recuperarlo.

¿Qué son estos seres?
Son seres cenicientos e inconscientes que deambulan
Entre los mercados, entre las plazas, entre los cines,
Aburridos, siempre aburridos,
Siempre artos de su condición humana,
Siempre fastidiados y compitiendo por ver
Quien es más miserables.

¿Qué son estos que no han de ser ni serán?
Son seres que se convirtieron en cráteres huecos y vacios,
Por no crear nada importante en sus vidas,
Por no tener sueños y soñar despiertos,
Son almas que viajan a través de deberes, de mandos
Y de oligarquías. Que prefieren ser dominados

Porque les da miedo su propia libertad.  

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