Sentada
en algún café cualquiera,
Veo
las sombras de miles de personas que pasan,
¿Quiénes
son? Me pregunto ¿Adonde van esos que no son?
¿Qué
nunca han de ser? Porque sus ojos son sombras diluidas
En
un mar confuso de compras y consumo,
Porque
sus lenguas no paran de hablar y decir sandeces.
¿Quiénes
son estos que no son? Son sombras
De
una máscara de espejos rotos. Son descendientes
Del
devenir sin un carpendiem.
¿Qué
son estos que nunca han de ser? Son lo sombra de un Adán
Expulsado
del paraíso terrenal, son almas negras
Son
almas pintas, son almas rojas, blancas y morenas.
Son
los seres que se perdieron aquí en la materia,
En
esta materia que se va adhiriendo al alma y al cuerpo
Hasta
convertirse en roca solida e indestructible.
Fuertes
corazas, que secan el manantial de vida que estas sombras
Tienen
en sus adentros. ¿Quiénes son estos que no son?
Son
seres que pudieron ser, pero no quisieron,
Pues
prefirieron el camino fácil del pasado,
Del
ayer, del hoy, del aquí, del ahora,
De
la nada.
¿Quiénes
son estos que no quisieron ser?
Son
las sombras de las culpas y los desdenes.
Porque
ellos prefirieron culpando a los demás
De
su miseria y no son porque la culpa es
más fácil
Que
actuar. Y por eso vagan, porque perdieron mucho tiempo
Y
no saben cómo recuperarlo.
¿Qué
son estos seres?
Son
seres cenicientos e inconscientes que deambulan
Entre
los mercados, entre las plazas, entre los cines,
Aburridos,
siempre aburridos,
Siempre
artos de su condición humana,
Siempre
fastidiados y compitiendo por ver
Quien
es más miserables.
¿Qué
son estos que no han de ser ni serán?
Son
seres que se convirtieron en cráteres huecos y vacios,
Por
no crear nada importante en sus vidas,
Por
no tener sueños y soñar despiertos,
Son
almas que viajan a través de deberes, de mandos
Y
de oligarquías. Que prefieren ser dominados
Porque
les da miedo su propia libertad.
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