Miro tu cuerpo desnudo. La timidez en tu rostro sonrojado, los parpados abiertos de sur a norte.
Ven tu cuello, los lunares que hay en el y lunar pequeño y sensual de tu escote.
Lentamente te recorro. Mi respiración aumenta. El corazón es un placer de sensaciones todas entre mezcladas, tu me acercas a ti, lentamente me llevas a recorrer tu jugosa carne, me mezclo entre tus sabores tropicales, lentamente pruebo cada centímetro de tu sexo. Saboreo tu vientre, Me entre mezclo en tus cobijas, y pruebo cada sabor de ti, mi lengua se deleita con tus senos, rodeo tus pezones, me elevo en tu vientre, me envuelvo en tus manos, me enredos en tu semblante. Tan poco ortodoxo, tan irreverente es tu cuerpo, que me han censurado mil veces por tu causa, tantas que esto ya se ha vuelto un asunto de irremediable pasión, te deseo tanto como el aire desea tu boca, como el agua moja tu cuerpo. Como yo deseo tus piernas, tus muslos, tus talones, tus nalgas, tu semblante, tus rosas de amarillo y violeta.
Así pruebo tu sensualidad, tu esbozo de mujer, tus acuarelas de sabores, tus centímetros de poesía de esta poca libertan que me queda en un mundo cada vez más estéril de si mismo, mas frígido de su propio sentido humano. Pero existes tu amante, amada, amiga, me meto entre tus piernas, chupo tu entre pierna me deleito y regocijo llevándole al contraria al mundo, ¿Pero que puedo hacer? si me gusta el erotismo. Que puedo hacer si para mi lo erótico no es problema algunos, así te ceno , te meriendo, de desayuno y si pudiera vida mía me doria contigo cada amanecer nocturno.
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