Tus manos el páramo donde me llego a
reposar,
El agua sedienta de calma después de
la tempestad,
El sollozo infantil de un recuerdo en
vuelo,
El vuelco de la anaconda y la flor,
Mi demencia, tus albores, tu
senilidad.
La paciencia con la que te espere,
Esperando la nada de una idea
templada,
Como el agua que corre en un
manantial,
Esperando llegar al mar.
Tu cuerpo la luz de un ocaso
permanente,
El sin sentido del abismo más
escarpado,
La soledad más grande y la densidad
más eterna,
El silencio de un puerto en Miami,
Un barco que naufrago hace décadas en
el mar,
Un descanso sin escalinata,
La nada de un ser inhumano.
La noche más larga del mundo,
Egipto en llamas y en oscuridad.
Tus ojos, la perdición de mi alma,
El infierno más profundo en donde me
encuentro,
Un Ángel roto y encontrado en un
desierto sin libertad,
El escape más imposible, la renuncia
más clara,
La obsidiana en un péndulo que oscila.
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