lunes, 11 de noviembre de 2013

LA BAILARINA Y EL SULTAN


APERITIVO ANTES DEL POEMA; Con pequeños pasos siguilosos, suaves como la seda...va una bailarie alzando los pies sobre la arena, a lo lejos una carabana de seda alza sus banderas blancas en busca de un aposento donde pernoctar y el poema dice así. ¿Solo porque me gusta la narración? 

Sutil batuta de aire y viento, 
Prenda de mis pensamientos,
Tus pies son dos gaviotas en andas 
y tus tobillos son mi señuelo. 

Mujer de velos sin seda, 
De seda sin sentimientos, 
De azares sin novio a sueldo, 
Va el sultán en pos de la gacela. 

Y cuál sería la sorpresa del sultán y la gacela, 
Que ni de él fue la danza, ni de ella la o branza, 
Pues sutil fue su vuelo, que después de una gran danza, 
Cojeando se fue el sultán a reposar su dulce ensueño. 

Más la gacela primorosa al rio se fue a nadar, 
Allí su abatido plumaje se puso a espulgar, 
Como espulgas tu tus senos al coro de las trompetas,
Así lavas tu pelo. 

Ya la noche, ha caído. Al igual que tus vestidos, 
Ya solo te quedan los listones de aquellos blancos zapatos, 
La seda te ha seducido y en los brazos del sultán, 
Susurrando van tus anhelos. 
Ya la gacela es presa, ¿cómo preso el amor del deseo?
¿Cómo el deseo del anhelo? ¿Cómo la gracia de la danza?
Que el amor se hace de noche, 
Que en la noche se hacen jocoques, 
Que el silencio e susurro
Y el camino abatimiento. 

Y yo voy tocando tus muslos, 
Dibujándolos en el viento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario