BESAME.
Que tus labios llenen el vacío
de tu ser con este néctar que nos cubre y nos abandona,
Encuéntrame en esta m
callada que se une para formar un palabra nunca dicha,
Nunca pronunciada. El silencio
del amor, lo callado y lo más cándido, lo más dulce,
La envergadura más
pronunciada. Santos son tus labios, tan carnosos, tan llenos de vida,
Tan entregados, tan
pacientes, tan tintineantes que a ante mis ojos se encienden como dos faros,
Rojos llenos de luces de
colores.
Así tu desnuda boca se va
acercando a mí, primero comienza como un susurro,
Luego como un escaneo
palpitante, tan adentro, tan lleno, tan dulce, tan real.
Me gusta tu silencio. Esa
pregunta que nunca termina de salir de tu silencio,
Y que parece una copla que
se queda dentro, siempre dentro, siempre oculta,
Siempre guardada en un
tintero sin tinta, en una pluma sin punta, en un encuentro sin sexo,
Pero siempre más llenador.
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