jueves, 29 de agosto de 2013

NOCHE PLENA



Es una  noche  plena, cuando   el alma se entrega en la dicha placentera del amor con dicha entera, y perdida  en el silencio del corazón al rojo vivo, surge de pronto  el deseo, como un volcán en encendido y se nos desliza por entre la  piel, quemándonos el pellejo y deshaciendo nuestros huesos, nos derrite las entrañas, nos desgarra hasta el alma.

Y son estos  instintos animales, los que nos arrojan al arrollo del deseo
A las fiera más que hambrientas de la carne y el placer, que consume la paciencia y  retoza con el 

Es la dicha cual ninguna en la noche o en la bruma, es el alma que se entrega, no por dulzura o lujuria, si no por este sentimiento, que nos quema en las entrañas, que desgarra nuestra piel, y que nos induce al placer, casi sensoria, y un poco dimensional del éxtasis perenne pero igual de latente que la seducción.
Somos presas del deseo somos animas en huelga de hambre, pues nuestros instintos son en esta noche llena, los deseos desbordados de dos fieras en celo, de dos carenes al rojo vivo, que se cocinan a fuego lento.


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