lunes, 16 de junio de 2014

LA DISTANCIA DE MI MUERTE





En este frío ataúd las armas de mis fusiles se extienden hasta la espada flamígera de mí….
Ardo en llamas…
Ardo en este cosmos que no deja de establecerse como un comodín que se desprende  y me colapsa hasta convertirme en polvo estelar que deambula a través de otras dimensiones….
Perennes como esta misma, en la cual hoy me encuentro…
Dimensión de lo que en lo real no existe, más que aquí afuera de este intento de ser que es cobijado por el aparato de la dimensión determinante para la frivolidad de mí…
Así parto de mi para encontrarte en este orgasmo de granada y purpura miel sarcásticamente me dejo llevar hasta volverme oscura,…
Tan oscura como la noche de tus pensamientos sin estrella alguna para asirse…
Es momento de partir…
Es momento de partir…
Mientras el réquiem de Mozar suene en los adentros de tu sexo que arde y se colapsa hasta el límite de mis abstracciones y de mi exilio
Estático viajo a través de otra silenciosa llama de pasión y de enamoramientos que se desvanecen a través de tus costillas…
Todas llenas de vapor se envuelven en esta nube toxica y determinista que se deja llevaron por lo que en esta inspiración nocturna no deja de ser escuchado por mi mente…
Metalenguaje de un nuevo amanecer…
Amanecer de ataúdes vampirescos y llenos de emblemáticas mortalidades que se desprenden de cada poros de ti en mi…

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