lunes, 30 de junio de 2014

Deslumbrante agonía.






Evitando confortar a mis demonios, 
Me encuentro aquí. 
Mientras miles de planetas giran alrededor de la galaxia.
Extendiendo su polvo de arena y metal, en un cóctel estelar que no deja de fluir. 
Así es tu divinidad. 
Ese sentido de celestialidad que te caracterizar. 
Y siento como el día se restaura, cada vez más...
Y me muerdo los labios y corro hacia ti en el en sueño de poder
Estar de nuevo en la casa de la luz.
Hay en done corríamos y solíamos desvanecernos en la grandeza de los colores que nos rodaban hasta fundirnos con la armonía y la paz que ahora se ve tan lejana. Pero que aún mas que ahora esta tan cerca de nosotros...
Quiero tocarte, alcanzarte con mis alas de luz y cristal, hasta fundirme en ese espacio del naufragio del mundo.
De este mundo que se resquebraja a pedazos. 
Que se muero con la erupción de la nueva vida. 
Una vida cada vez más renovadora de sí misma y eterna...
Pero me muerdo los labios y espero en mí estar aquí, en este recóndito manantial de espejos. En este sendero de miles de caminos mentales e ilusorios. 
Que no dejan que los lirios terminen de flores, aquí,...
En donde las amapolas no tejen las redes magia y color...
En donde el vodka y el silencio se funden en una  corona
Y en un a realeza que cada vez se va diluyendo hasta
Convertirse en el polvo de un viejo sentido hipocondriaco 
Que lo hace soportar la dinastía de un polvorín
Cada vez as elocuente...
Así el placer máximo de mis sentidos es viajar a través de tus galaxias hasta tocar tu cuerpo
E introducirme lentamente en las estrellas de tu voz...
Logrando así la conexión con el corazón más íntimo de mí ser...
Mis demonios me persiguen y aun que no dejo que me atrapen...
Muchas veces se aferran a mis halas hasta lograr derribarme. Caigo y comienza esa batalla que nunca termina...
Que siglos y siglos continúa aquí. Y que hoy más que nunca me resulta tan dolorosa...
Tan difícil... tan insólita...
Que ya no quisiera estar aquí... en la guerra... en la constante guerra que no deja de volverse cada vez más cuarenta y doloroso.... 
Pero te tengo que esperar amor...
Te tengo que segur... amor...
Te tengo que proteger de mis propios e insólitos fantasmas. 


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