martes, 31 de diciembre de 2013
EL SER CON O
Tus manos el vientre cayado de dos caballos de fuego.
Ardes en medio de mi ombligo y mi vientre,
Un sueño delirante son tus ojos de ébano negro,
mi destino es tu desierto, tan profundo.
Camino descalza y en sueño hacia la nada,
vaguedad de dos montículos estériles y al mismo tiempo cálidos.
Mi muerte es tu renacimiento, afrodita de mis anhelos.
Eros de mis circunstancias sin dirección ni tiempo,
tu cadalso es mi tormento, mi cielo, mi infierno.
El mundo es una esfera acuosa que se embriaga en su vanidad.
Desdén de santos y pecadores. Corpóreos y portales...
Desnudos al final de cuentas como tu y yo aquí,
en medio de estas dunas de sal y polvo, de dimitos diamantes que brillan ante una luz calidad y fulgurante.
Llena de dualidades tu vida atraviesa todas las dimensiones de un solo tajo, así tu encuentro desnuda bañándote en medio de un manantial de agua cristalina.
Tu sonrisa el sublime éxtasis de un anochecer de cereza y mil.
Sensualidad de sentidos recién paridos y vueltos a una vida interminable de placeres.
He aquí que mi nido es tu pubis y mis ramas tu paraíso terrenal.
Mi blasfemia tu existencia y mi corazón esta corona que te condena y te vuelve hiel amarga. Amarga ansiedad de pieles entrelazadas y amorfas que sexualmente activas codician el placer máximo del amar.
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