I
Alas
sórdidas de corrientes abismales,
De
batallas violentas y encarnadas,
Son
los ángeles que libran las batallas
Que
se encumbran en todos los altares.
Alas
sórdidas de conciencias aplazadas,
De
vestigios inhumanos y ancestrales,
De
encuentros divinos y bestiales
Que
suman a la lucha por el alma.
Alas
rotas de futuros insipientes,
Desplumadas
vagan en la tierra,
Cobijando
al destierro con el alba
Van
viajando por el mundo sin estelas.
Laberintos
de soledades y soles negros,
Yertos y abyectos como la misma muerte,
Duros
como témpanos de hielo son tus ojos abiertos,
Ojos
cristalinos que se dejaron de mover y parpadear.
El
silencio se introduce en mis membranas abiertas,
Y
de tus entrañas cálidas se me ha fugado el beso
Ambarino
que te he dado en la boca,
En
tus labios fríos y desiertos.
Silencio…
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