Nubes de
colores espirales y fractalicas dimensiones extrañas,
Que giran
alrededor de mí como espasmos de vitalidad y ensueños
Visión
de un mundo colapsado que explota y se hunde en el ansia;
Abajo, arriba… subo, experimento, agito, síncope,
llego, me voy.
Palabras
yuxtapuestamente colocadas ambiguamente como la razón.
Ambiguas
como el corazón, ambiguas como el gato que se pasea en mi falda.
Soy el
tiempo sin tiempo… abadore de los desafortunados,
Psicodelia
de luces y formas amortiguadas por el sudor y el llanto de un bebe.
Cómodamente
me siento con mi bolsa de palomitas,
Gritos y
sudoración, caos, estruendos y rugidos cuelgan sobres nuestros cráneos,
El
espasmo está cerca, lo ciento llegar en mis entrañas como un orgasmo diminuto
Que explota
en el universo creando formas
que se adstringe…contrayéndome.
Ahora veo
mis entrañas rojas, la carne, las venas que se pegan y el deseo:
Azul,
rojo, ámbar, marrón, pétalos, magentas, morados y cafés.
Fugándome
con las primeras piernas que pasan por enfrente de mi ventana,
Me subo
a su tren sin pagar boleto y me lleno de sus besos dulzones y sensuales…
Comprados
al final de cuentas… comprados…vendidos… qué más da…
Ante
esta melancolía taciturna, siempre existente como la muerte que me llama:
-Ven me
dice-
-ven
amante amiga mía, que ya te llego tu hora-
-que ya
te llego tu asiento-
Yo la
miro fijamente, me burlo de ella, me fumo un cigarro,
Le
agarro las piernas, le chupo las tetas y luego me unto en su guadaña,
Mátame,
llévame, sácame, sáciate, mírame, cógeme, desgástame.
Materia…
al final de cuentas tan solo eso somos, materia.
Materia
que pasa y se extiende, se transforma como la física misma,
Pues la
materia no se crea ni se destruye tan solo se transforma;
Qué
razón de alquimistas, físicos y poetas, Einstein, Copérnico, Galileo:
Luz,
oscuridad, armonía, templanza, ciencia…alma, devenir.
Mi
corazón es una filosofía no inacabada, sin conclusión.
Ensalada
de ensayos quebrantados, como si las palabras fueran huevos,
Rotos y revueltos
como en omelette o eso dicen los franceses,
Omelette,
¿Qué es eso de estar revolviendo los idiomas?
Anglicismos,
extranjerismo, errores del lenguaje, permisión, rencarnación,
Permitidos
una y mil veces por falsos y flacos mecenas de la lengua castellano.
A
quienes no les interesa que nuestra lengua madre se disuelva,
Se
elimine, se convierta en historia añeja, en pasado de lengua muerta.
Pues hoy
el inglés es la base de una cultura sin existencia,
Sin
huesos, sin piel, sin sentimientos, sin corazón, sin sazón.
Como la
comida de este hospital desabrida, inservible, insipiente.
Pero que
se espera de la poesía y la comida de los hospitales,
Siempre
aséptica, carente de todo símbolo semiótico u erótico,
De todo
placer de elocuencia ¿Dónde quedo Neruda? ¿Dónde quedo Rimbau?
Los poetas
maldito, desafiantes, esos viejos perspicaces de la verdad y del amor.
A hora
solo figuran en la historia de cadalsos oscuros y desconocidos de la poesía,
Una
placa que dice: “solo para intelectuales.”
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