sábado, 29 de junio de 2013

PSICODELIA ABADORE





Nubes de colores espirales y fractalicas  dimensiones extrañas,
Que giran alrededor de mí como espasmos de vitalidad y ensueños
Visión de un mundo colapsado que explota y se hunde en el ansia;
Abajo,  arriba… subo, experimento, agito, síncope, llego, me voy.

Palabras yuxtapuestamente colocadas ambiguamente como la razón.
Ambiguas como el corazón, ambiguas como el gato que se pasea en mi falda.
Soy el tiempo sin tiempo… abadore  de los desafortunados,
Psicodelia de luces y formas amortiguadas por el sudor y el llanto de un bebe.

Cómodamente me siento con mi bolsa de palomitas,
Gritos y sudoración, caos, estruendos y rugidos cuelgan sobres nuestros cráneos,
El espasmo está cerca, lo ciento llegar en mis entrañas como un orgasmo diminuto
Que explota  en el  universo creando  formas  que se adstringe…contrayéndome.

Ahora veo mis entrañas rojas, la carne, las venas que se pegan y el deseo:
Azul, rojo, ámbar, marrón, pétalos, magentas, morados y cafés.
Fugándome con las primeras piernas que pasan por enfrente de mi ventana,
Me subo a su tren sin pagar boleto y me lleno de sus besos dulzones y sensuales…
Comprados al final de cuentas… comprados…vendidos… qué más da…
Ante esta melancolía taciturna, siempre existente como la muerte que me llama:
-Ven me dice-
-ven amante amiga mía, que ya te llego tu hora-
-que ya te llego tu asiento-
Yo la miro fijamente, me burlo de ella, me fumo un cigarro,
Le agarro las piernas, le chupo las tetas y luego me unto en su guadaña,
Mátame, llévame, sácame, sáciate, mírame, cógeme, desgástame.

Materia… al final de cuentas tan solo eso somos, materia.
Materia que pasa y se extiende, se transforma como la física misma,
Pues la materia no se crea ni se destruye tan solo se transforma;
Qué razón de alquimistas, físicos y poetas, Einstein, Copérnico, Galileo:
Luz, oscuridad, armonía, templanza, ciencia…alma, devenir.

Mi corazón es una filosofía no inacabada, sin conclusión.
Ensalada de ensayos quebrantados, como si las palabras fueran huevos,
Rotos y revueltos como en omelette o eso dicen los franceses,
Omelette, ¿Qué es eso de estar revolviendo los idiomas?
Anglicismos, extranjerismo, errores del lenguaje, permisión, rencarnación,
Permitidos una y mil veces por falsos y flacos mecenas de la lengua castellano.

A quienes no les interesa que nuestra lengua madre se disuelva,
Se elimine, se convierta en historia añeja, en pasado de lengua muerta.
Pues hoy el inglés es la base de una cultura sin existencia,
Sin huesos, sin piel, sin sentimientos, sin corazón, sin sazón.

Como la comida de este hospital desabrida, inservible, insipiente.
Pero que se espera de la poesía y la comida de los hospitales,
Siempre aséptica, carente de todo símbolo semiótico u erótico,
De todo placer de elocuencia ¿Dónde quedo Neruda? ¿Dónde quedo Rimbau?
Los poetas maldito, desafiantes, esos viejos perspicaces de la verdad y del amor.
A hora solo figuran en la historia de cadalsos oscuros y desconocidos de la poesía,

Una placa que dice: “solo para intelectuales.”

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