Tu fantasma se mete entre mis piernas, me seduce, me embelesa,
siento como te deslizas con tu erotismo sutil y sensual... ardoroso.
me llamas, te entiendo, te escucho, te siento,
y aun que lo nuestro tan solo es un convenio, un contrato sin sentimientos,
yo te siento, te deseo, me provocas, me llevas a la sublimidad de todo lo que
en silencio se mezcla y se vuelve a unificar. Dime ¿como separar lo que siento,
de lo que se ama?
Dime ¿Cómo puedo dejar de sentirte? de negarte, porque yo percibo tu sentir.
Te escucho en este silencio entre mojado, lleno de deseos reprimidos,
por un ansia que nunca llega, que siempre no estriba en lo que se desprende,
si no en lo que no se desea, en lo que se niega porque ya no queda otra,
más que el silencio de la negación.
Pero te siento entre mis piernas ardoroso y frenético, como el primer instante
de un amor retraído y colapsado, así tu haz de erotismo se despliega entre mis piernas
que se humedecen y se humectan como la nostalgia misma,
que seca sus lagrimas en un sutil murmullo de... quizás...tal vez...
No hay comentarios:
Publicar un comentario