martes, 24 de diciembre de 2013
MUNDO DENTRO
Deja que me inspire en ti. Se tu mi musa con esa inocencia de bailarina de ballet. Deja que yo sea tu la seda que envuelve tu cuerpo desnudo y oculto tras las sombras de una noche de ébano.
Deja que la arena de este desierto me ilumine y me deje bailar para ti, deja que te quite cada uno de los velos de tu ser.
Deja descubrir tu oscuros abismos, revisar tus arrecifes, surcar tus libros, leer tus textos, comprender tu sinopsis, recrearme en tus adentros, bañarme con tus flores, desligarme en tus cascadas, recrearme en tus estrellas.
Deja que mi inspiración e cubra, en este sentir mutuo, en este ocultar mutuo, en este amor prohibido, censurado, inhibido, sentido, castrado.
Deja que mi alma bese tu alma y en un beso de amor, me transformes, en la sirena que navegue entre tus canales. Convierte me en tu héroe, en tu eclipse de colores, en tu aurora boreal, en tu película de acción.
Deja que mis nostálgicas palabras te lleven lejos de esta muerte, de este mundo que en colapso se muere.
Deja que mis versos no se queden en una hoja de papel. dibújame entre tus piernas, y hazme una casa entre tus ojos, dibújame atardeces de colores y deslizarme entre estas arenas, entre esta cárcel entre este cuerpo que no deja de dolerme, que no deja de no trascender, que no deja de no mostrarme a mi mismo lo que soy.
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